
La protagonista es una revolucionaria del siglo XIX, en una obra que renovó la narrativa y le otorgó, justamente a la mujer, el rol de cambiar la historia y constituirse en un ser del aire; esa es la libertad que respira la Emma de Flaubert. No es casual que la protagonista sea una proletaria del afecto, mientras Marx escribía El Capital.
Ah!, estupenda versión del talentoso Claude Chabrol, con una Isabelle Huppert maravillosa.