Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. (1 Tesalonicenses 5:18)
Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes. Filipenses 4:9
No es hora de que te des por vencido. No es hora de que pares de orar. No es hora de que desistas en tu clamor. PERSISTE EN FE.
Hijo mío, sé prudente y no pierdas de vista la discreción, porque ellas te llenarán de vida y te adornarán como un collar. Podrás andar seguro en esta vida, sin problemas ni tropiezos. Al acostarte, no tendrás ningún temor y dormirás tranquilamente. Proverbios 3, 21
Clama a mi y yo te responderé y te mostraré cosas grandes. Búscame con todo el corazón; hay tanto para darte.
¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él. (1 Juan 3:1)
Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir». El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Apocalipsis 21:4-5
Tanto por lo que agradecer... ¡Que bueno ha sido Dios en nuestras vidas!
No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme... Tu guardián no duerme.
Que tu y yo seamos como Job, que aunque nos lo quiten todo, al final de la prueba, sigamos siendo fieles a Dios.
Que la falta de piedad en estos días, no enfríe tu corazón, más bien te haga acercarte más a Dios y procurar ser Su reflejo en la tierra.
Aunque mi padre y mi madre me abandonaren, el Señor jamás lo hará. De una cosa estoy segura/o, he de ver la bondad del Señor todos los días de mi vida.
Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Santiago 1:6
La Palabra te dice que nada hay mejor que hacer el bien y vivir alegre.Suelta hoy el vivir afanado y empieza más bien a vivir agradecido con el Padre. Esto te cambiará.
El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Salmo 145:18
Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes. Jeremías 33:3
El poder de nuestra fe puede sanar a otros. ¡Poderoso!