
Hay discos que te sacuden. Que no sólo escuchas, sino que atraviesas como un umbral. Kid A, de Radiohead, es uno de esos. Un álbum que no se parece a nada y que, sin embargo, lo contiene todo: la ansiedad del nuevo milenio, la ruptura con las formas tradicionales del rock, el frío de lo digital y, al mismo tiempo, una humanidad palpitante.
Publicado en el año 2000, Kid A no fue sólo un cambio de rumbo para la banda, fue una declaración estética, una experiencia sonora que todavía —más de dos décadas después— se siente adelantada a su tiempo. Es un disco que provoca, que te desafía. Es un viaje de atmósferas, de texturas, y de emociones difíciles de nombrar.
Por petición de Manuel, hablamos de Kid A: uno de sus álbumes favoritos de siempre. Y uno de los mejores y más importantes de la historia: no en vano está ubicado en el puesto 20 en la lista de Rolling Stone de los 500 mejores álbumes de la historia. En esta conversación, le rendimos homenaje, exploramos su arquitectura invisible, su genio oculto, su belleza extraña.
¡Bienvenidos, bienvenidas! ¡Vamos!