
En esta segunda parte de la conversación con Pili, hablamos de una realidad que muchas personas con discapacidad visual conocen bien: la soledad del proceso hasta obtener el reconocimiento de la minusvalía y el abandono institucional.
Comentamos lo difícil que es desenvolverse mientras la pérdida de visión avanza, sin orientación, sin acompañamiento psicológico ni social, sin formación para la movilidad.
Pili nos cuenta su experiencia y cómo el miedo, los golpes o las caídas no siempre duelen tanto como la falta de apoyo.
Un episodio para reflexionar sobre lo que falla y lo que debería mejorar.