Aún cuando existan experiencias o prejuicios que representen un desafío a nuestra fe, o haya cosas duras y difíciles de asimilar, recuerda las palabras de Jesús a Natanael, y abraza esta realidad, ¡aquel que está dispuesto a seguir creyendo: Verá el cielo abierto, y el mover de Dios en medio de todo!
Debemos hacer un compromiso con Dios para empezar a tomar mejores decisiones, para resistirnos a los pequeños o grandes actos de corrupción, exaltando con nuestras vidas la obra del evangelio.
Si has recibido gracia…. extiende gracia.
Seamos parte de esa historia, y quién sabe, quizás algún día, en el cielo, veremos las crónicas, los hechos de la iglesia, y veamos algunas de nuestras historias narradas allí.
¿Qué tal si ponemos nuestras vidas y recursos al servicio del reino y no solo a nuestro servicio?
¿Qué tal si procuramos vivir una vida que pueda terminar bien?
Todos son bienvenidos - Phillip Moore
Sigamos predicando el evangelio, donde quiera que estemos… al final, nuestra esperanza radica en lo que el evangelio hace, no en las próximas elecciones, no en nuestras autoridades
Jesús vino a bendecirnos, no maldecirnos
Jesús vino a salvarnos, no condenarnos
Jesús vino a dar vida, no a quitarla
Cada interacción es, además del escenario para buenas conversaciones, la oportunidad de compartir el evangelio
Hagamos de estos días un verdadero “Holiday” – un día santo
Cuando cambiamos de perspectiva, quizás la época navideña sea mejor y nuestras vidas en general más llenas de gozo
Desear gracia es una buena forma de terminar después de una carta en la que ha tratado con un montón de temas, muchos de ellos de una manera dura y severa.
Cuando perseveramos y crecemos en Jesús, encontramos libertad para sonreír con la esperanza de que algún
día, mi cuerpo será transformado en un cuerpo celestial, espiritual, incorruptible y poderoso. Un cuerpo 2.0. Y con ese cuerpo viajaré a casa.
Meditemos en las misericordias de Dios y respondamos ante ellas… con alegría, expresiva y apasionadamente, con toda nuestra voz y corazón, con todo nuestro cuerpo…
Hay muchas FORMAS de adorar a Dios… hoy, hagamos de nuestro dar, de nuestra generosidad, de nuestra ofrenda generosa y sacrificial, un acto de adoración.
Si no crees que están vigentes los dones, al menos reconoce que se está haciendo un esfuerzo por ser bíblicos en su uso.
Amemos, ese es el camino más excelente que puedes recorrer, es el anhelo de Dios para su Iglesia.
Seamos del equipo que siempre juega o los que juegan solo cuando el equipo va ganando… todos somos parte del equipo, todos jugamos un rol importante y cuando el equipo gana, todos ganamos.
Hagamos de la cena del Señor algo digno de ser recordado y algo a lo que estemos esperando con ansias volver a participar
¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!