En este episodio de Capitanes del Fitness estrenamos la tercera temporada con un invitado de lujo: Rod Hill, director de Énergie Fitness Iberia y cofundador de Fitbrand International. Esta es la primera parte de la conversación, un recorrido que nos lleva desde sus inicios en el rugby hasta el lanzamiento de Énergie Fitness en plena pandemia.Rod comparte con total claridad por qué cree que la comunidad, la empatía y el soporte humano son más poderosos que cualquier tecnología en el mundo del fitness. A lo largo de la charla desvela cómo se construyen vínculos reales en los gimnasios, qué aprendió de su paso por cadenas como Fitness First y por qué España es hoy un país clave para el sector.Qué aprenderás en este episodio👉 Cómo la comunidad y la conexión humana impactan en la retención de clientes.👉 Por qué la cultura de servicio fue clave en el éxito de Fitness First.👉 Las diferencias entre el modelo low cost y el Mid Prime que impulsa Énergie Fitness.👉 El valor de apostar por las personas en un sector cada vez más digitalizado.👉 La visión de un “dinosaurio del sector” sobre la evolución del fitness en España.Momentos destacados de la charla:00:00 – Introducción y arranque de la tercera temporada03:15 – Quién es Rod Gil y su papel en Énergie Fitness Iberia07:20 – De jugador de rugby a entrenador personal y empresario11:40 – La disrupción de Fitness First en los 90: accesibilidad y comunidad16:05 – El impacto de la bolsa y los paralelismos con la burbuja tecnológica actual21:30 – Cultura de servicio, incentivos a empleados y conexión con socios26:45 – La llegada a España y el crecimiento de Fitness First en nuestro país31:20 – Emprendimiento tras salir de la cadena: los primeros pasos de VivaGym y Anytime35:30 – Camino hacia Énergie Fitness y la apuesta por un modelo Mid PrimeEn esta primera parte hemos recorrido los inicios de Rod en el rugby, su paso por Fitness First y la importancia que siempre ha dado a la comunidad, la conexión humana y la cultura de servicio como pilares del fitness. Una conversación que demuestra que, incluso en un sector cada vez más digital, lo que realmente sostiene a un gimnasio son las personas.