
«No se preocupen por el día de mañana, porque mañana ya habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene sus propios problemas.» (Mateo 6,34).
Jesús, el más adelantado de todos los tiempos, ya sabía que en este momento algo te iba a estar robando la paz. Esa ansiedad que hoy te domina no es más que la angustia por algo que simplemente no está en este momento, y que no te corresponde sentir aún.
Cada día con su afán, dice el Señor, y nos anima a vivir el momento presente, con sus sentimientos y luchas, y evitar preocuparnos por el mañana, que es incierto, no está bajo nuestro control, y le pertenece solo a Dios.
Señor, enséñanos a vivir en el presente.