
«Haz lo que puedas y pide por lo que no puedas, y Dios te dará para que puedas.» — San Agustín.
A veces nos cuesta reconocernos invencibles. Como humanos, nuestras capacidades son limitadas, como seres finitos que necesitan ayuda. Agustín, de manera muy sabia, nos dice que hay que hacer hasta donde nuestros límites lo permitan, porque hasta ahí nos corresponde, y el resto le corresponde a Dios.
Dios no actúa como esperamos, sino como lo necesitamos, y, aunque a veces cueste encontrar sus respuestas, Él está actuando, no para solucionar nuestros problemas, sino para tener herramientas para superarlos.
Señor, ayúdanos.