
Hablar del presente, es muchas veces recordar el pasado y asimismo buscar un nuevo camino hacia el futuro. En este espacio de reflexión quiero recordar a aquel o aquella errante sin domicilio fijo, que busca incansablemente su lugar de pertenencia y sus sueños cumplidos. Nos referimos al inmigrante ilegal. Cualquiera sea el continente, donde existe un/a inmigrante ilegal, existe una historia de motivaciones, luchas y desilusiones. En la mayoría de casos, luchan contra los malos tratos y las condiciones precarias de vida. Donde es usual que se acepten los empleos peor pagados, los de largos jornales y donde se acostumbra el robo de su salario, al igual que los maltratos verbales e incluso físicos. Todo esto asumido como parte del paquete de viaje, donde el miedo les impide acudir a las autoridades. El temor a ser deportados y a que sus familias sean separadas se ha vuelto un tema común entre los inmigrantes indocumentados de las diferentes regiones de destino. Sin embargo, en estas condiciones, en muchos de ellos/as, aumenta los niveles de resiliencia y afrontamiento, surgiendo como el ave fénix y manifestando diversas estrategias para salir adelante. Para ello he invitado a Yerson Herrera nativo de ecuador, se considera un ciudadano del mundo que hace 23 años dejó su país natal y ahora ha vuelto a él. El es desde hace mucho voluntario de Voades Internacional y delegado de Voades en Ecuador. Es miembro activo de la Red Athenea Internacional y asociado a la organización de Logoterapia de Victor Frank.