Perder un cliente es un gran drama para las empresas, sobre todo porque siempre es más costoso (en todos los sentidos) conseguir uno nuevo. Aunque no hay fórmula mágica para lograr que nunca nadie nos deje, sí hay estrategias de inbound marketing para la fidelización.
Y no, esas estrategias no tienen por qué ser descuentos o emails invasivos, sino todo lo contrario. La clave, en pocas palabras, es aportar valor al cliente para que este se quede.
Crear una relación a largo plazo con los clientes, no solo influirá positivamente en las ventas, sino en otros aspectos como la reputación, el posicionamiento o la percepción de la marca.
La fidelización es el nuevo crecimiento- HolaQueTal.es
¿Cómo utilizar el inbound marketing para fidelizar clientes?
El inbound marketing divide la relación con el cliente en diversas etapas según el nivel de conocimiento y confianza hacia la marca y hacia la venta.
Así, poniendo siempre al cliente en el centro, establece qué necesita en cada momento para avanzar y consolidar la relación. Lo hace, además, de una manera poco intrusiva,
pues el objetivo no es solo lograr la venta, sino la fidelización.
El inbound marketing en 5 claves
Para entender mejor qué es el inbound marketing, qué aporta y cómo se diferencia de otras metodologías, veamos sus claves:
* Todas las acciones son no invasivas. No se trata de “bombardear” al cliente con información y con promociones, sino de ofrecerle contenidos relevantes y de valor que le atraigan y le convenzan.
* El inbound marketing entiende que cada etapa en la relación marca-cliente es diferente, por lo que el acercamiento y la conversación deben atender a esas diferencias. No es lo mismo un cliente que tiene un problema, pero no sabe cuál y, por lo tanto, tampoco conoce la marca, que un cliente que ya ha entrado en contacto con la marca y está valorando la compra.
* El objetivo es que el cliente llegue a la marca en el momento en el que la necesita. Que sea atraído por ella y hacia ella, pero casi sin darse cuenta. De este modo, la marca aparece justo con la solución que el cliente busca.
* La relación con el cliente no acaba en la conversión, sino que continúa. Así, el cliente no sale de la “rueda” del inbound y se le fideliza. Incluso si no vuelve a comprar, seguir en contacto con la marca le convertirá en embajador/recomendador.
* El inbound marketing tiene muy claro cuáles son los puntos de dolor del cliente y cómo la marca los soluciona. Todas las acciones de inbound giran en torno a estos dos conceptos (puntos de dolor y soluciones).
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La fidelización en la flywheel
Quizá flywheel no te suene tanto como “embudo”, que es la visión que se tenía antes sobre el inbound y sobre el recorrido que el cliente hacía en la marca.
En la actualidad, se prefiere el concepto de “rueda” para simbolizar esa idea de que el cliente está en el centro y la marca “da vueltas” a su alrededor. Es decir, el cliente ya no es un “ente” externo al que hacemos pasar por el embudo.