
Desde 1990, el Mercado de Pulgas de Usaquén ha sido un punto de encuentro entre pasado y presente en el #Bogotario. Lo que comenzó como la Asociación de Expositores Toldos de San Pelayo se convirtió en un símbolo de la creatividad bogotana. Allí se mezclan antigüedades, arte, ropa vintage y oficios tradicionales que fortalecen la economía local. Más que un mercado, es un espacio donde la ciudad se mira en su propia historia y celebra la diversidad que la hace única.
*Contenido financiado por el Fondo Único de TIC.