
La disciplina no es rigidez ni castigo. Es un acto de amor propio, un puente que nos lleva de los sueños a la realidad.
No se trata de perfección, sino de constancia. De pequeños pasos, de hábitos que sostienen, de decisiones que nos acercan cada día a quienes queremos ser.
En este episodio hablaremos de cómo transformar la disciplina en una aliada suave, que nos impulse a crecer con calma, enfoque y autocompasión.
🎧 Escúchalo aquí y descubre cómo elegir la disciplina es, en realidad, elegir cuidarte.