
Celebrar un logro personal puede parecer simple, pero paramuchos es una tarea que incomoda.
La autoexigencia, el síndrome del impostor y la dificultadpara validar el propio esfuerzo nos alejan del bienestar emocional.
En este episodio exploramos qué hay detrás de esa trampainterna que nos impide vernos y reconocernos, incluso cuando hemos hecho mucho.
A través de una mirada clínica y reflexiva, te invito a detenerte, observar tu modo de exigirte y practicar un ejercicio breve: nombrar un logro propio sin justificarlo.
Porque reconocerse también es un acto de salud mental.
🌿 Te deseo siempre, un bonito día consciente.