
Habiendo partido Parashuram, Sri Rama de mente tranquila, entre-
gó el arco a Varuna, el semidiós de las aguas. Su padre Dasarath
lo abrazó sintiendo la fragancia de la cabeza de su querido hijo y
aliviado con la partida del que fuera temible Parashuram. El ejér-
cito fue despachado por delante, apresurando el retorno.