
Fin de Arte y Pololeo. Capítulo de despedida sobre enamorarse de la vida y el oficio de crear. La montaña es ahora montaña; el cielo cielo— y agudo el albedrío que nos iza la sangre como si este universo, libre de dudas, fuera por obra tuya y mía (solo nuestra) supremo. Para siempre una canción hecha de silencioso como piedra silencio. Vida, voy por ti.