
El arte y la sexualidad, dos fuerzas que traemos desde nuestros inicios, energías fuertemente creativas, pero que a la vez nos muestran aspectos ocultos de nosotros. El arte y la sexualidad nos dan a conocer, en un lenguaje simbólico, lo que muchas veces no queremos ver, nuestras sombras, que no son más que energía disponible a transformar para ser más libres. Es necesario desvestirnos de capas que no nos pertenecen para conectar con nuestra verdad, nuestro máximo poder creador. El arte es sensorial, estimula y conecta con nuestra energía sexual vital. Hay quienes piensan que no han conectado ni con el arte ni con la sexualidad, y bueno, la sociedad nos ha restringido, pero todos tenemos la absoluta capacidad de hacerlo. Hay que permitirse morir y crear algo nuevo.
Imagen: “Jack in the pulpit” Georgia O’Keeffe