
Leon rugiente nos recuerda que Dios nos llama a vivir con valentía y autoridad en medio de las pruebas. Aunque el enemigo intente intimidarnos, Su poder nos fortalece para enfrentar cada desafío con fe y determinación. No se trata de nuestra fuerza, sino de confiar en que Él pelea por nosotros y abre caminos donde parece no haber salida. Cuando nos posicionamos en oración y obediencia, Su rugido se manifiesta a nuestro favor. Es tiempo de levantarnos, declarar Su verdad y caminar con la seguridad de que somos protegidos y guiados por el Rey de reyes.