El otro día me asusté muy fuerte con la IA que hace música. Justo la semana que me llega mi saxo nuevo, mientras estudio piano, trompeta, toco la guitarra y aprendo a componer se me presenta ante mis narices una tecnología que, aprovechando todo lo producido hasta la fecha por los humanos, puede generar canciones en cuestión de segundos que suenan a producto final.
Me hizo dudar de si todo lo que yo intente hacer de música va a quedar obsoleto al instante por los avances de estas herramientas y he necesitado pedir ayuda a unas personas increíbles para que me devuelvan la esperanza y me ayuden a comprender lo que está sucediendo.
Un señor que observa pájaros en el parque, el primer cliente de VIENTOS GARCÍA E HIJOS SL (sonido limitado) y el ideal de amor que construimos como parte de un reflejo del tiempo. Suena intenso, pero te lo cuento tal cual sale. En crudo.
En Barcelona, un sábado de octubre con resaca parcial y algo resfriado te cuento un poco lo que pienso. En doce días cumplo treinta y me está dando por reflexionar fuerte. Si te aburres pégale una escucha y echamos juntos el rato.