
Tal vez en algún momento te hayas sentido herido, traicionado o decepcionado por la iglesia o por alguien dentro de ella. Y es difícil no preguntarse: ¿la iglesia falla? En este episodio quiero invitarte a soltar los prejuicios por un momento y a mirar más allá de los errores humanos, para descubrir a un Dios perfecto que, aun así, elige trabajar a través de personas rotas