
Las micotoxinas representan un desafío frecuente para la calidad del alimento balanceado y la seguridad animal en todo el mundo. Sus efectos sobre los animales pueden ser diversos: cambios en el comportamiento de la alimentación; reducción del crecimiento y el desempeño; alteraciones en la estructura o función intestinal; daños en los órganos internos; trastornos en la señalización del sistema endocrino; o cambios en el sistema inmune.