
La bofetada del 6to informe del IPCC nos abrió las puertas a situarnos en escenarios de odiosidad ante la inacción en la crisis, o de conciliación para la construcción de una vía hacia el buen vivir, pero pareciera ser que nada es suficiente. Ante ello, nos dimos el poder para solucionar el mundo, o bien para destacar las sutilezas de las mentes que nos dan luces en esta oscuridad.