Es inevitable hablar de la enseñanza que nos ha dejado algo cuando culmina, y hoy, ante el cierre oficial del 2020, respetando el luto de quienes perdieron a alguien en esta batalla, agradezco la complejidad de lo que hemos vivido. Personalmente, me di cuenta de lo importante que es tener un equilibrio entre la presencia offline y online. Y tan importante es tener presencia en internet, como diseñar una buena estrategia para llegar a ella. No sólo se trata de estar en google o en una red social, de publicar por publicar como si se tratasen de zombies consumidores al otro lado de la pantalla. No, el principio sigue siendo el mismo: APORTAR y CONECTAR. Somos seres humanos, queriendo llegar a otros seres humanos para brindarle una solución creativa a sus necesidades. Así mismo, esta pandemia trajo una evolución extraordinaria en el servicio al cliente en Venezuela. Cada día son más los negocios que se suman a mejorar la experiencia de atención remota al cliente. El incremento de servicios de entrega (o delivery), algo casi inexistente en este país, creció exponencialmente pese a la inseguridad propia de nuestras calles. ¡Cuánto los admiro!. Ya hoy tenemos aplicaciones a través de las que podemos ordenar y recibir en casa nuestra comida favorita, y las ofertas son tan variadas, que tenemos la opción de escoger. Y esta competencia es algo que sin duda, los consumidores necesitábamos desde hace tiempo. Pues ahora los negocios no sólo se ven en la necesidad de aumentar y mejorar los canales de comunicación con sus clientes, sino también de desarrollar estrategias que permitan fidelizarlos: con sus servicios, con sus ofertas, con su marca. Pero todo no queda aquí, ¿Recuerdan cuando les dije sobre la importancia del equilibrio de existir en internet y fuera de él? Les cuento, aquellos países que nos llevan años de evolución por delante, se han preocupado por mejorar su oferta y ofrecer una mejor experiencia al cliente en su establecimiento físico (En otra publicación les estaré hablando sobre eso). Así que sin duda alguna, el equilibrio entre lo real y virtual sigue siendo tan importante en el marketing como en la vida misma.