El sueño global neoliberal murió: china industrializada dicta, Estados Unidos le copia, y México no entiende
Esta semana publiqué, por qué hoy, con cuotas compensatorias, subsidios y estímulos fiscales, es más barato producir en Estados Unidos que en México.
Varios empresarios me dijeron que era imposible de mi modelo ello porque, la mano de obra mexicana es diez veces más barata que la estadounidense. Lo que no han entendido es que Estados Unidos ya no necesita mano de obra barata. Va a reindustrializarse con robots, automatización y tecnología, y México —un país que apostó todo a ser barato— se está quedando fuera del juego.
No, no es solo lo que sucedió con Deepseek y la caída de Silicon Valley, no es la cantidad de millonarios, es el elixir secreto al cual nadie le pone el caso que debe: la productividad.La productividad es el arte de hacer más con menos. Es la medida de cuánto valor puede generar una persona, una máquina o una organización en un periodo de tiempo determinado. Pero no se trata solo de números o de horas trabajadas; la productividad es la capacidad de transformar esfuerzo en resultados reales, tangibles, que muevan el engranaje de una economía.La productividad no es solo economía; es estrategia, es visión, es futuro. Es lo que diferencia a una potencia mundial de quienes aspiran a serlo.
Imagina que Estados Unidos deja de depender de la deuda y rompe sus cadenas con China. Imagina que cada carretera, cada puerto, cada industria estratégica del país no solo se financia sin pedir un solo dólar prestado, sino que se convierte en un activo digital accesible a inversionistas de todo el mundo. Imagina un gobierno donde cada centavo gastado queda registrado en blockchain, sin corrupción, sin intermediarios, sin secretos. Ahora deja de imaginar: el Fondo Soberano MAGA y la revolución blockchain liderada por Elon Musk están a punto de hacer esto una realidad. El sistema financiero global nunca volverá a ser el mismo.
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