Vivir distraído, perdido, ausente, engreído y con soberbia es la forma más común de estar desconectado con la vida. Es la forma más fácil y cobarde de huir de ti mismo.
Es la forma más ridícula y estúpida de vivir la vida... ¡Pretendiendo ser lo que no eres!
Cuando la situación es buena, disfrútala.
Cuando la situación es mala, transfórmala.
Cuando la situación no puede ser transformada, transfórmate tú.
¿Qué tan consciente eres de lo que haces, de lo que piensas, de lo que dices, de lo que quieres, de lo que deseas, de tus intereses, de lo pides, de lo que agradeces, de lo que tienes?
No puedes ganar si no estás dispuesto a perder.
No hay rival más peligroso que aquel que ha perdido el miedo de perderlo TODO.
Nunca tengas miedo de equivocarte. Ten miedo de no atreverte.
Y nunca pongas al éxito como meta... Que el éxito sea una consecuencia de vivir una vida conscientemente.
Arriésgate para ganar y también arriésgate para perder. Recuerda que en esta vida, los opuestos conviven juntos. Los opuestos habitan en la misma moneda.
Tú decides qué lado se manifiesta.
No lo decide el azar y no lo deciden terceras personas... ¡Lo decides tú!
Si no tomas el control de tu vida, serás un espectador de la de los demás.
Eso que no quieres hacer, eso que te cuesta mucho trabajo y te produce una gran incomodidad, es precisamente lo que debes hacer para conseguir todo lo que te propongas.
Es imposible recuperar el tiempo perdido, pero sí es posible administrar el tiempo a tu favor.
¿Decir que no te hace sentir culpable?
La decisión de sentirse mal la tomó la otra persona, por lo tanto es su problema, no tuyo.
Todo en esta vida es una elección, por eso es tan importante saber elegir y saber decir que no sin culpas.
Los inconformes reaccionan y los rebeldes actúan desde la consciencia.
La curiosidad y la rebeldía van de la mano. Se complementan.
Lo conocido te da seguridad y te acostumbras a eso, pero lo desconocido provoca mariposas en el estómago y una gran incertidumbre... Y son precisamente esos síntomas los que se sienten cuando te estás atreviendo a ser tú y a vivir la vida bajo tus propios términos.
¿Qué tan familiar te suenan las siguientes afirmaciónes?
Si no estas conmigo, estás en mi contra.
O piensas como yo, o eres un imbécil, un ardido, un traidor, un subnormal y mereces que te cancelen de por vida.
¡El pensamiento único conduce al estancamiento intelectual!
No tengas miedo de abrazar la diversidad de opiniones, el debate, la libertad de expresión, la libertad de pensamiento y la educación crítica.
Observa tus pensamientos, observa tu comportamiento, observa tus reacciones ante distintas situaciones, observa qué te brinda plenitud y qué te provoca angustia. Observa constantemente tus formas... ¡Obsérvate a ti!
Observa cómo amas, cómo aprendes, cómo te relacionas, cómo comes, cuánto duermes, qué lees, con qué te diviertes, con qué te enojas, con quién te juntas, de quién te informas.
Aprende a observar conscientemente, pero antes y como prueba; aprende a observar.
Si peleas con los demás, realmente con quien estás peleando es contigo mismo.
Renaces solamente si dejas de ser víctima. Deja de sentirte atacado.
Renaces cada vez que sueltas el pasado y te concentras en el presente.
Renaces cada vez que te haces responsable y dejas de vivir en el victimismo.
Renaces cada vez que termina un capítulo en tu vida e inicia uno nuevo.
Quiero generar ruido en tu cabeza y provocar que te respondas qué haces aquí.
Escribo un podcast en el que comparto contigo mis experiencias las cuales sé que no son la verdad absoluta y quedármelas solo para mí sería un acto de egoísmo.
¿Qué hago aquí?
Vivo peligrosamente, intensamente y busco trascender, no transitar.
Por favor no felicites a las mujeres el 8 de marzo.
Las mujeres necesitan leyes que las amparen y les garanticen que no serán violentadas.
Las mujeres necesitan un gobierno que les brinde seguridad en las calles, no una felicitación acompañada de una docena de rosas.
Reprimir las emociones no es sano.
Quererle ver el lado positivo a todo, tampoco es sano. De hecho, es tóxico. Fingir que todo está bien cuando en realidad todo está muy mal, no es sano.
Se vale perder, se vale estar enojado, se vale estar triste, se vale sentir dolor. Lo que no se vale es no aprender de ello. No se vale huir de las emociones fingiendo que no pasa nada porque tu actitud es positiva y ya formas parte del club de los optimistas. No se vale no hacerte responsable de lo que te está pasando.
No es la impermanencia lo que nos hace sufrir sino creer que las cosas son permanentes. Querer que las cosas sean permanentes nos lleva a la desilusión.
Acepta y recuerda que nada es permanente. Nada. Por eso, precisamente, porque nada es permanente, no des por hecho lo que tienes hoy
Cada vez que te ríes estás permitiendo que la vida te sorprenda a través de la persona que te está haciendo reír.
¿Qué provoca la risa? Lo inesperado, lo ridículo, lo absurdo y hasta lo más tonto e ingenuo.
La gente que vive envuelta en el manto de la solemnidad, ¡está desperdiciando su vida!
¡Ríete!
Sawabona quiere decir:
"Yo te respeto, yo te valoro, tú eres importante para mi”.
Shikoba significa:
“Entonces yo existo para ti”.
Equivocarte no es el final, es solo el principio de tu camino para conseguiraquello que tanto anhelas.
Equivocarte no te define, lo que te define es lo que haces cuando te equivocas
La tolerancia a la frustración, la adaptación al cambio y la toma de decisiones se volvieron esenciales para ganarle la carrera a la muerte.
Esas tres cosas no solo fueron fundamentales para sobrevivir en la cordillera sino que son fundamentales para vivir y convivir en el día a día.
Nuestras creencias tienen el control de nuestro comportamiento.
Nuestras creencias controlan cómo respondemos ante una crisis, ante una oportunidad y hasta cómo reaccionamos ante las críticas o ante una relación de amor.
De nosotros depende que nuestras creencias nos liberen o nos limiten.
