A su corta edad Gabriela nos habla de lo que más le gusta de vivir en el campo, en la vereda El Destino de Usme.
Yisela es una mujer a capa cabal, en ella existe un valor enorme por el trabajo y la labor de la mujer campesina, incluso también nos expresa el amor que con los años ha adquirido hacia ella misma.
El hijo de Margot Beltrán nos cuenta cuál es su perspectiva acerca de la mujer campesina.
Siempre ha vivido en el campo y por ello siente un gran amor por la naturaleza.
Aprender a hilar viendo a la abuela, es una de esas historias que cuenta con orgullo Ximena de la vereda Destino alto en Usme Rural.
Tejer, cuidar el territorio, ser el pilar de la familia; ser mujer campesina es la conjunción de todo esto, conozca más sobre el testimonio de esta Sabia Montañera.
Alejandra de la vereda El Destino, es una mujer amante de la vida del campo; los animales y el negocio de ganado son algunas de sus actividades cotidianas.
Manos Creando es un colectivo que lleva años en Usme, rescatando el tejido tradicional. Un colectivo de mujeres campesinas que además han encontrado en el tejido un refugio para sus haceres cotidianos.
Isabel o como la llaman todos con cariño Eliza, vive en la vereda El Destino, en Usme Rural. Esta vez nos cuenta cómo es una mujer campesina.
La nueva generación de mujeres que nacen en el campo empiezan a asumir y reflexionar sobre su papel en la comunidad.
Margot vive en una reserva natural que conecta Usme con Sumapaz. Junto a su esposo conservan esta zona con mano campesina y con amor a la tierra.
Lorena Gacha, una joven mujer campesina de la vereda Curubital nos cuenta sobre qué es ser mujer en el campo.
Las mujeres somos constructoras de paz, nuestras manos dan vida en el territorio.
¿Cómo pudo originarse el agua? un camino de frailejones, una mujer indígena y un poco más de la versión de Patricia acerca de su mito de creación del agua.
Crecer en el campo
La vereda la Unión hace parte de esta extensa ruralidad de Bogotá. Producto de la expansión urbana y las prácticas agrícolas el territorio ha tenido grandes cambios de unos 60 años hasta el sol de hoy.
Algo que caracteriza a la mujer campesina es su vocación por el cuidado. En su jardines se ve el amor a las plantas, el alimentar y alimentarse, el cuidado de los hijos, son algunas de las tareas que hacen en sus terruños. Este cuidado se extiende también a la naturaleza, como es el caso de Rosa.