Ensanchando el territorio de Dios con Fidel.
En este episodio recorremos una verdad que libera: no anular la gracia de Dios. Cuando intentamos “pagar” con obras, cuando el orgullo presume méritos o la culpa revive deudas ya canceladas, terminamos poniendo entre paréntesis la cruz. Pero el evangelio declara algo definitivo: “Consumado es” (Jn 19:30). La “factura” que estaba contra nosotros fue clavada en la cruz (Col 2:14). En Cristo, el Padre nos hizo aceptos en el Amado (Ef 1:6), y ahora somos hechura suya, creados para buenas obras que Él preparó de antemano (Ef 2:10).Aquí distinguimos obediencia como fruto, no moneda; revisamos cómo la gracia enseña y forma (Tit 2:11–12); y descansamos en la promesa de un Dios que no recuerda nuestros pecados (Heb 10:17). También nos hacemos una pregunta honesta: “¿Qué tengo que no haya recibido?” (1 Co 4:7).Al final, te guío en una respuesta práctica: confesar donde intentaste pagar, recibir la gracia hoy, y pedir la obra que el Señor preparó para este día. Que el Espíritu afirme en tu corazón: “No desecho la gracia de Dios; porque si la justicia fuera por la ley, entonces por demás murió Cristo.” (Gál 2:21). Comparte este mensaje con alguien que necesite dejar la factura en la cruz y volver a la mesa de la gracia.
Pasajes clave: Gál 2:21; Col 2:14; Ef 1:6; Ef 2:10; Heb 10:17; 1 Co 4:7; Tit 2:11–12; Jn 19:30.
Show more...