El enojo en la relación matrimonial es inevitable, y cuando no se controla puede causar mucho dolor y heridas profundas. Pero volver nuestra mirada hacia el consejo bíblico puede ayudarnos a comprender mejor nuestro rol en el matrimonio el cual debe ser conforme a la voluntad y el corazón de Dios. Vivimos cada día con la gran dificultad de ser lo que no queremos ser, por esto es clave esforzarnos por tener una actitud sencilla y humillada ante Dios e impactar con amor y perdón a nuestro cónyuge.
(MH y FAMILIA) Familia Gracia y Fe
https://youtu.be/qC2sp-IeirQ
