
En la vida, nos encontramos con diferentes tipos de personas. Algunas parecen tener el don de sacar lo mejor de nosotros. Están ahí para inspirarnos, motivarnos y hacernos creer que somos capaces de alcanzar nuestras metas más ambiciosas. Su presencia nos llena de confianza y nos empuja a ser la mejor versión de nosotros mismos.
Sin embargo, también nos encontramos con aquellos individuos que parecen expertos en sacar lo peor de nosotros. Son aquellos que, con su sola presencia, pueden desestabilizarnos emocionalmente. Con ellos, nuestra paciencia se desvanece y nuestras emociones negativas se desatan. Pueden hacernos sentir enojados, irritables o incluso desvalorizados.