
Este episodio presenta a la psicología como un puente entre el conocimiento interior y la transformación personal. Se describe cómo esta disciplina ha evolucionado desde el estudio del comportamiento hasta la exploración profunda de la consciencia. El capítulo repasa distintas corrientes, desde Freud y el psicoanálisis hasta Jung y la psicología transpersonal, señalando que todas comparten un objetivo común: entender la naturaleza del ser humano, sus motivaciones, conflictos y posibilidades de sanación.
El autor subraya que la psicología, cuando se vive con responsabilidad y apertura, nos ayuda a descubrir nuestros condicionamientos, sanar nuestras heridas y expandir nuestra capacidad de amar. Se plantea que solo con una comprensión compasiva de nosotros mismos podemos trascender el ego y abrirnos a una vida más plena, conectada con los demás y con el Todo. La psicología se revela, entonces, como un camino hacia la libertad interior y el florecimiento espiritual.