
Ariel Tarico conversa con Rodolfo “Alacrán” Samsó, uno de los humoristas más queridos y versátiles del país. Desde sus inicios tardíos, a los 37 años, cambió la verdulería y la zapatería por las clases de teatro, hasta su consagración en Cha Cha Cha, Videomatch y Sin Codificar, Alacrán repasa una vida donde el humor se volvió destino.
Con su inconfundible estilo, cuenta cómo un consejo de su maestro Augusto Fernández lo llevó a abandonar el drama para entregarse al humor, cómo nació su emblemático personaje del papel picado y cómo la televisión de los noventa marcó una generación. Entre anécdotas con Casero, Alberti, Tinelli, Corona y los grandes del humor argentino, comparte también su sueño pendiente: volver al escenario, pero esta vez, desde el drama.
Una charla divertida, emotiva y llena de nostalgia sobre el arte de hacer reír, el oficio del actor y la búsqueda constante de reinventarse sin perder la esencia.