
¿De verdad es la iglesia la que te está agotando… o será que nunca aprendiste a decir “no”?
Muchos se están quemando en el ministerio, no por exceso de actividad, sino por falta de límites saludables.
Decimos “sí” por miedo a quedar mal, por querer agradar, por temor a parecer desobedientes…
Pero un corazón sano sabe que poner límites también es una forma de honrar a Dios.
💬 Tal vez hoy tu mayor acto de fe sea simplemente aprender a decir “no”.
No para alejarte de tu llamado, sino para permanecer en él sin perder tu alma en el camino.