
Soledad recién terminaba el secundario. Tenía 19 años. Un día, un vecino que vivía en el mismo edificio que ella, ingresó en su departamento, intentó violarla y al no lograrla la mató. De 16 puñaladas. Se supo tiempo después que el asesino cumplía una condena por violación a una menor de edad, y que el crimen de Soledad lo cometió durante una de sus salidas transitorias. Hoy, a 13 años del aberrante hecho, su madre Victoria se suma a un episodio de Vivir Siendo, en donde narra los hechos que cambiaron su vida e insta a mantener más presente que nunca la memoria de su hija.