
Esta cancion es un himno para todas las mujeres migrantes que hemos sentido miedo, sacrificio o culpa al hablar de dinero en tierras nuevas.
Esta melodía es un recordatorio de que la abundancia no está peleada con el amor, la paz ni el propósito. Nos invita a soltar las creencias heredadas que dicen que para prosperar hay que sufrir, y a elegir una nueva narrativa: recibir con libertad, gozo y sin culpas.
Es una herramienta para reprogramar el corazón y la mente, y recordar que como mujeres migrantes tenemos derecho a vivir con estabilidad y placer, creando una nueva historia financiera donde abundancia y propósito caminan de la mano.