Hay emociones y sentimientos que como humanos, si no los trabajamos se vuelven tóxicos y muchas veces se ve reflejado en lo externo afectando nuestra imagen, reputación y esencia, ya que nuestras acciones y maneras se vuelven negativas.
La envidia es uno de ellos, un veneno que corroe el alma. Conduce a la amargura, la ira, los celos y, en casos extremos, incluso al homicidio.
Pero veamos qué más nos dice la biblia de la envidia y cómo combatirla. ¡Acompáñame!
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