
El dolor que estás atravesando es temporal; algo bueno está en camino para ti. Siempre que enfrentas momentos difíciles, prepárate para lo que Dios tiene preparado en el mañana. La victoria se determina por cómo superamos las barreras del hoy. Los momentos de tristeza pueden ser el preludio de una alegría mayor, y los caminos difíciles a menudo nos llevan a lugares verdaderamente maravillosos.