
Con esta historia que hoy nos comparte Vidalio, podemos comprender que, no debemos juzgar a ninguna persona, mucho menos por su condición social, económica, forma de vestir o de hablar, cada quien vive acorde con su nivel de ingresos y con lo que tiene a su alcance.
Debemos estar abiertos a recibir y agradecer todo presente (regalo) que nos quieran dar y al contrario de despreciarlos, valorar la intención y el esfuerzo de quien quizá, con mucha humildad en su corazón, lo está dando.
La transformación social solo vendrá a partir de la transformación familiar...
En que tipo de adultos se convierten los niños fortalecidos en Valores y Autoestima?