En un año especialmente difícil donde nos hemos visto obligadas todas las personas a nivel global a enfrentarnos a sentimientos de pérdida, desapego, miedo, dudas, ansiedad, depresión, tristeza; surge una pregunta: ¿Queda espacio para la gratitud?
La gratitud es una forma de sabiduría; es paciente, amorosa, esperanzada y rigurosamente honesta. Nada niega y nada descuida porque su más elevada expresión es valorar nuestra propia existencia con reconocimiento y sin juicios.
La práctica de la gratitud es vivir la vida cada día con suavidad, vigor y una agudeza del reconocimiento que, a menudo, se pierden cuando el tiempo se pasa ante nosotras en un estado de no presencia constante convirtiéndose solamente en más días, meses y años por venir.
Así que te invito a llevar la “gratitud como tu mantra personal u oración” por los siguientes 365 días y abrir tu corazón a la experiencia de transformación.
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