
Cómo personas siempre batallamos con una sensación de vacío y de necesidad en nuestras vidas. No importa cuánto tengamos o cuánto hayamos alcanzado en nuestras vidas, esa sensación se hace presente en nuestro corazón. Es por eso que en el Salmo 23 encontramos justo lo que nuestra alma necesita y quién es el proveedor.