
Esta es una experiencia muy personal, un camino empinado y doloroso que decido compartir con ustedes porque se que puede ayudar a muchos que aún no se atreven a levantar su voz. NO ES TU CULPA... no debes sentir verguenza ni sentirte señalado por una experiencia como esa. El único responsable es el victimario y mi idea con este episodio no es revictimizarte, es hacerte ver que no estás sólo, que se está bien hablarlo y que si se puede sanar.