
Lo que nos paraliza y estanca, no siempre es un pecado, sino lo no sanado, lo no dicho, lo que aún pesa. Reflexiona sobre cómo esta dinámica te endurece y aisla y cómo abrir tu corazón a la luz y a otros que te pueden ayudar. Regístrate en nuestra web para recibir el ejercicio por correo: yamilethcalvo.com/landing/viajando-a-la-reflexion