
Proserpina es la más veterana de todas las presas. Se encuentra en Extremadura, la tierra con mayor capacidad para conservar agua dulce de todo el país, en medio de un entorno idílico. Por eso está declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1993. Un lugar perfecto para una escapada de fin de semana, porque además de una fascinante historia, tiene unos alrededores impresionantes.