
En los episodios anteriores profundizamos sobre la existencia de Dios, y la existencia del alma espiritual e inmortal. Ahora damos un paso más: si Dios existe, y si el hombre tiene un alma llamada a algo más alto que la materia, surge una pregunta fundamental: ¿qué relación debe tener el hombre con Dios?
La respuesta es clara: el hombre necesita de una religión. Hoy hablaremos de por qué la religión no es algo superfluo ni una opción secundaria, sino una exigencia de nuestra propia naturaleza. Veremos cuáles son los deberes que el hombre tiene para con Dios —adorarlo, agradecerle, obedecerlo— y por qué la verdadera religión no puede ser cualquiera, sino aquella que Dios mismo ha revelado.