
Previamente mencionamos que, en el capítulo 1, Santiago nos enseña sobre la fe verdadera y los resultados de ésta en la vida del creyente. Uno de los frutos de esta fe es que, en la hora de la prueba, nos permite estar seguros de tres cosas:
1. Seguros del propósito de Dios. vv.1-12
2. Seguros de la bondad de Dios. vv.13-18
3. Seguros de la palabra de Dios. vv.19-27
El domingo pasado aprendimos sobre lo primero, y es que podemos estar seguros en los propósitos de Dios en medio de cualquier prueba. Ahora veamos lo segundo, los hijos de Dios que atravesamos por diversas pruebas también podemos estar seguros en la bondad de Dios. De que todo lo que Dios permite es para bien y no para mal.