
El escrito 174 relata los eventos del martes antes de la crucifixión de Jesús. Jesús se despide de Lázaro, Simón y el cuerpo de mujeres que lo acompañaban, dando enseñanzas y despedidas finales a sus apóstoles. Les brindó consejos personales, preparándolos para los tiempos difíciles que se aproximaban.
Enseñó sobre el perdón, explicando a Pedro y Santiago que Dios siempre perdona, porque su comprensión y amor son infinitos.
Durante el día, los líderes religiosos intentaron atrapar a Jesús con preguntas complicadas sobre el tributo a César y la resurrección. Jesús respondió con sabiduría, silenciando a los fariseos y saduceos. También destacó la importancia de los dos grandes mandamientos: amar a Dios y al prójimo.
Además, un grupo de griegos buscó a Jesús, simbolizando la extensión de su mensaje más allá de los judíos. Finalmente, Jesús habló sobre su muerte inminente y la importancia de seguir su luz antes de que fuera apartado de ellos.
Este día resaltó la preparación espiritual de los apóstoles y el significado universal de su mensaje.