
En toda pareja siempre hay uno que se deja mandar: “sí, mi amor, lo que tú digas”… Y otro que manda como dios: “si no lo hago yo, nada se hace”. ¿El problema? Que Acab nunca decide nada, y Jezabel decide todo… Hoy vamos a hablar del famoso “mandilón bíblico”: ese esposo que parece más asistente personal que cónyuge. Pero tranquilo, no vamos a juzgar, vamos a analizar… y reírnos un rato.