
En 1954 energía de las profundidades el monstruo más grande de todos los tiempos, una mezcla de gorila y ballena que pasó de ser el destructor de Japón a uno de los embajadores más importantes de la cultura japonesa. Hoy hablamos de los orígenes del rey de los monstruos y cómo este era una respuesta del cine al terror que se vivía en aquella época.