Lo importante no es lo que el otro hace, sino cómo esto te afecta a ti.
Te explicamos mejor con este ejemplo:
Es como cuando en una reunión, alguien hace un comentario sobre sexo, y a unas personas les molesta, a otras le causa gracia y a otras les es indiferente.
¿Por qué sucede esto? Porque las acciones o comentarios están chocando con nuestra programación personal.
Puede ser que el comentario no tenga que ver contigo, pero por alguna razón nos mueve emociones que nos perturban y nos hieren, o nos alegran y exaltan.
Ahora imagínate lo que pasa cuando ese gesto, comentario o acción, viene de nuestra pareja, que es con quien venimos arrastrando un conflicto y de quien su opinión es muy importante para nosotros porque es la persona que amamos.
Nos afecta mucho más.
