
¡Cuidado con la constante insatisfacción!
Es maravilloso poder tener cosas materiales, el trabajo que nos gusta, belleza, etc.. Sin embargo, nuestro contentamiento no puede depender de ninguna cosa de este mundo. Si nuestra satisfacción depende de las cosas que ofrece el mundo, estamos perdidos porque nada en este mundo nos puede satisfacer. Sólo Dios.