
El Concilio Vaticano II dice que “la sagrada tradición y la sagrada Escritura forman un solo depósito sagrado de la Palabra de Dios”. Cuando la Biblia y la tradición de Roma difieren, ésta elige la tradición. De este modo se origina la más grande diferencia entre los protestantes y los católicos: El tema de la salvación. Durante 400 años ambos grupos han reconocido este enorme abismo, y ninguno de ellos ha cambiado sus creencias básicas; sin embargo, destacados evangélicos lo niegan ahora. Por ejemplo, cuando a Charles Colson le hicieron preguntas respecto a su aceptación de los católicos como cristianos, respondió...