
Juan Rendón revela cómo Dios transforma nuestras mayores derrotas en victorias infinitas. Su testimonio demuestra que evangelizar no es transmitir teoría, sino conectar a otros con un encuentro genuino con Jesús. Descubre por qué el Señor no nos llama siervos, sino amigos, y cómo esta amistad íntima con Él vale absolutamente todo.